PARIS, Francia.- La masacre de 12 personas en la redacción de una revista satírica, en París, es un ataque a la democracia, a la libertad, un acto de guerra, según el sociólogo francés Alain Touraine.
"Hoy asesinaron a Voltaire", dijo el sociólogo en una entrevista con el diario "Infobae".
Touraine no tiene dudas de los autores del ataque no son los llamados "lobos solitarios" (terroristas que actúan por su propia cuenta), sino que actuó "gente formada para matar, como los comandos especiales que operan durante una guerra".
"Tenemos armas de guerra, que no son fáciles de manipular; evidentemente sabían manejarlas, las usaron como asesinos o soldados. Por ejemplo, al policía herido, uno de los tipos fría y calmadamente lo remata", describió. "La mejor definición que encuentro es que es un acto de guerra", remata.
"El aspecto militar, el aspecto ejecutor, es de la misma índole que el de las decapitaciones del Estado Islámico", señala el intelectual, estudioso de los movimientos sociales y autor del concepto de sociedad post-industrial.
El análisis de Touraine apunta más allá que a una "venganza" por la publicación de caricaturas de Mahoma: "Diría que el tema de la religión no es muy convincente para explicar este asesinato en masa de gente muy conocida y para la cual el islam no era el tema principal. Wolinski, por ejemplo, era más bien conocido por dibujos de temas eróticos...".
Lo que los atacantes han querido manifestar, entonces, sostiene Touraine es una declaración de guerra "a la libertad de prensa, a la libertad pura y simple, a la democracia".
Enemigos
Para definir a estos movimientos no se pueden usar categorías políticas como nacionalismo, como tuvieron alguna vez los movimientos en el mundo árabe.
"Esto es el odio al otro. El odio al extranjero en el sentido de enemigo. El extranjero, el pagano, el infiel, es el enemigo. Estamos en un mundo en el cual la única relación que existe es amigo (gente como yo) - enemigo (el otro). Es un mundo de enemigos, y al enemigo lo mato. El mundo de la guerra pura, lo social es reducido a la guerra entre sociedades, culturas".
Este ataque es un punto de inflexión, una ruptura, puntualiza Touraine. Subraya el impacto del ataque, por lo inédito de su forma, y lo compara con otros que también marcaron un punto de inflexión, como lo fue el 11 de septiembre de 2001, en las Torres Gemelas.
"El problema no es la yihad en sí, sino la idea de un mundo que está en el polo opuesto absoluto del mundo en el que vivo y en el que quiero vivir. Es la negación de lo que llamamos libertad –afirma–. Es a Voltaire al que asesinaron hoy".